Cristo murió por todos o solo por los elegidos?

Cristo murió por todos o solo por los elegidos?

¿Cristo murió por todos o sólo por los elegidos?

La pregunta «¿Cristo murió por todos o sólo por los elegidos?» se desprende del tercer punto de la doctrina calvinista, que a su vez es la más controversial y la más difícil de sostener: la expiación limitada, también conocida como redención particular.

 

Escuchando el video en la plataforma y decenas de otros videos más, donde se trata el tema en discusión, puedo sacar algunas conclusiones personales antes de rebatir punto por punto la errada enseñanza de la expiación limitada.

Quisiera antes decir que, al navegar por internet buscando información y escuchar a los diferentes expositores de la expiación limitada, se turbó mi corazón y se angustió mi alma pensando que quizás lo que antes creía no era del todo correcto, una especie de confusión doctrinal como también una especie de escepticismo acerca de esta particular exposición. Más tarde pude escuchar los debates y por último regresé a la plataforma del Instituto; escuchar otra vez las clases refrescaron mi alma, saber que siempre estuve en el lugar correcto en cuanto a la doctrina de la salvación, pero ahora podía ver lo que antes no podía discernir. Podía ahora ver por qué algunas iglesias y creyentes son tan intransigentes y dogmáticos, ahora entiendo más la razón doctrinal de esas conductas.

Cuando la filosofía tiene más autoridad que la palabra.

Siempre he sabido y creído que el evangelio de Jesús es simple y sencillo. Hay un dicho sencillo que corre más o menos así: «Las cosas son sencillas, el hombre las complica». Eso, a mi entender, es lo que pasa con la doctrina de la expiación limitada. Me da la impresión, cuando se trata de entender o explicar esta doctrina, hay un afán de encajar todo en esta manera de pensar antes de dejar que la palabra hable por sí misma.

El uso o significado de la palabra “todo” es otro gran argumento a favor de esta doctrina errada. Hay una trituración desmedida del pasaje para dar a entender que el pasaje no quiere decir lo que aparentemente quiere decir. Es como buscarle, a mi entender, tres pies al gato. Es absurdo pensar que Jesús no murió por todos, o no quiso salvar a todos, sino solo a algunos, pudiendo salvar a todos, por el puro afecto de su voluntad. Es imposible pensar que Dios, siendo un Dios justo y santo, no se convertiría en un tirano al enviar al infierno a algunos sin siquiera darles la oportunidad de escuchar el mensaje de salvación o de creer. Mi mente se resiste a pensar que hay coherencia en este tipo de análisis.

El concepto de soberanía

El entendimiento erróneo de la palabra “soberano” es otro de los puntos fuertes de esta doctrina. Ellos enfatizan en sobremanera la soberanía de Dios, distorsionando la personalidad santa y justa del Dios omnipotente. Esta doctrina cree que Dios individualmente escogió a cada uno, nombre por nombre, para salvación, como si a través de una bola de cristal Él puede ver e identificar a los que individualmente iba a salvar, nada más absurdo. ¿Dónde queda entonces su amor y su justicia de un Dios santo y misericordioso? ¿Dónde queda entonces el aspecto de ser llamados y conocidos del que habla también la Biblia en Romanos 8:29? Más coherencia tiene para mí el saber de un Dios, que siendo un Dios soberano, justo y santo, pone las reglas, dándoles a todos la misma oportunidad para creer en el evangelio y no creer que, por alguna razón que no entiendo ni entenderé, quizás yo no soy uno de sus elegidos. La seguridad de la salvación da mucha consistencia a los hijos de Dios. La mente humana tiene la tendencia a pensar en negativo más que en positivo. Tiembla mi corazón al siquiera pensar que quizás yo podría estar equivocado y no ser uno de esos elegidos. Si creyera en esa doctrina, no tendría opción de orar más u orar menos o consagrarme, porque ¿para qué correr y consagrarse si no puedo estar seguro de que le pertenezco a Él? Ese solo hecho deja mi alma desguarnecida a merced del diablo, que sumado a mis errores, da la posibilidad de no ser yo uno de sus elegidos. Toda una familia se fue de la iglesia a otra iglesia para abrazar esta enseñanza, así que es un tema bastante personal también. Ellos ahora dicen que en su anterior iglesia no enseñan la verdad y que solo ellos tienen la doctrina correcta, y en cada conversación tratan de re-evangelizarnos.

Otro de los pensamientos que me viene a la mente al escuchar esta doctrina de la expiación limitada es las preguntas suspicaces o caprichosas que le hacen al texto: “¿Es verdad que ‘todos’ significa ‘todos’ realmente? ¿O será verdad que Jesús murió también por los no elegidos y así aplacar la ira de Dios?» Así como la serpiente persuadió a Eva haciéndole preguntas para hacerla dudar del mandato de Dios, esta teología se hace preguntas capciosas para desacreditar el evangelio de Jesús y reducirlo a una suerte de verdad entendida solo para aquellos que pueden entender toda la Biblia y todos los contextos. La Biblia ha sido escrita para entenderla de manera clara y sencilla, y yo creo que cuando complicamos más el versículo bíblico con preguntas y con análisis podemos caer en el engaño del diablo, así como cayó Eva.

Si la expiación fuera limitada no se podría predicar el evangelio con honestidad y libertad. No podría decir al público “Dios te ama y quiere que vengas a la salvación”. Es por eso que muchos hermanos que se identifican con esta enseñanza son rudos y sectarios, faltos de amor y legalistas, porque si Dios no ama a todos sino solo a los escogidos, tampoco yo debo esforzarme mucho para alcanzarlos. La expiación limitada afecta la creencia de una persona con respecto a predicar el evangelio y a ofrecer la salvación.

Jesús extendió su invitación a la salvación a aquellos que tendrían participación en su crucifixión, dice Lucas 13:34:

¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste! Claramente, Jesús está invitando y queriendo traer a todos, incluso a aquellos quienes lo crucificarían, a la salvación, pero no quisieron. Si la muerte de Cristo no proporcionaba expiación para todos, los apóstoles e incluso el propio Jesús ofrecían algo que la mayoría de su audiencia nunca podría recibir.

Pasaré ahora a analizar versículos de la Biblia porqué creo que Jesús murió por todos y cada uno de los hombres para salvación y no solamente por unos cuantos privilegiados escogidos.

No existen muchos versículos en la Biblia en donde se declare explícitamente que Jesús solo murió por algunos y no por todos, por el contrario, se encuentra en la Biblia la necesidad de la fe genuina para la salvación del alma.

Juan 3:16-17

Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 17 Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.

La palabra griega mundo aquí se refiere al cosmos e incluye a todos los habitantes de toda la tierra. Suena jalado de los cabellos tratar de interpretar que mundo aquí se refiere al mundo solo de los escogidos y no a la totalidad de los seres humanos.

Juan 1:29

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Otra vez podemos ver que el mundo se refiere al cosmos, a todos los habitantes del mundo.

Romanos 11:32

Porque Dios sujetó a todos en desobediencia, para tener misericordia de todos.

El apóstol Pablo sostiene aquí que Dios, hablando de los judíos y los gentiles, ambos han quebrantado los mandamientos de Dios; los judíos la ley escrita y los gentiles la ley escrita en sus corazones. Ambos pueblos están sujetados y condenados a la condenación eterna, al juicio eterno por su incredulidad, pero Dios en su infinito amor dio una oportunidad para la salvación a todos los que creen. “Todos” aquí significa todos, ya que para Dios existen dos pueblos, los judíos y los no judíos, es decir, los gentiles. Este versículo es bien clave para rebatir la expiación limitada.

1 Juan 2:2

Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

Aquí la palabra clave es propiciación. Propiciación conlleva la idea de aplacar o satisfacer la ira de Dios. La propiciación implica dos partes o dos entes, en donde se aplaca la ira de alguien que está ofendido para ser reconciliado con él.

Dios ha propuesto el único medio por el cual su ira puede ser aplacada y el pecador puede ser reconciliado con él. El acto de la propiciación se refiere al acto hecho por Dios hacia el hombre y no del hombre hacia Dios, por cuanto el hombre está totalmente descalificado para satisfacer la ira de Dios. No hay ningún sacrificio, obra o acto que el hombre pueda hacer para aplacar la ira santa y justa de Dios. Por esta razón, Dios Hijo, Jesucristo, vino al mundo en forma de hombre para ser el sacrificio perfecto por el pecado e hizo propiciación o expiación por los pecados de su pueblo.

Jesús, el buen pastor

Juan 10:11-14

Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas… Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen.

Los que defienden la doctrina de la expiación limitada utilizan este versículo para decir que Jesús murió solo por sus ovejas y nada más que por sus ovejas; sin embargo, esto no es lo que dice el versículo. Lo que dice este versículo es lo que dice, que Jesús murió por sus ovejas. Este versículo no dice que Jesús solamente murió por sus ovejas, y que no murió por las que no serían sus ovejas; esa interpretación, desde mi punto de vista, es una deducción forzada de la Escritura. Jesús, en la eternidad, ya sabía quiénes iban a creer y los llama sus ovejas, y allí estaban incluidas todas las ovejas que iban a creer en él a través de la fe.

Expiación limitada vs Universalismo

Romanos 10:13

Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

Los que no creemos que Jesús vino a morir solo por los elegidos y no por los no elegidos nos acusan de ser universalistas, es decir, que por la muerte de Jesús automáticamente todos serán salvos y todos se irán al cielo, nada más alejado de la verdad.

Romanos 10:13 dice claramente que todo el que invoca el nombre del Señor será salvo. Es necesario invocar el nombre de Jesús y tener fe o creer en la persona de Jesús. Ese creer es más que un creer intelectual, sino un creer con el corazón.

Lo que desea Dios

1 Timoteo 2:3-4

Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que “todos” los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.

El apóstol Pablo, hablando a Timoteo, muestra el propósito que Dios tiene con todos los hombres. Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. La oración aquí tiene una connotación evangelística para todas las personas. Nuestro objetivo es que ellos vengan a estar bajo la soberanía de Jesús. Desde la perspectiva divina, sin embargo, no podemos pensar que Dios quiere que todos sean salvos incondicionalmente o automáticamente; hay un elemento humano de respuesta al evangelio. El deseo de Dios de que todos sean salvos está condicionado por su deseo de obtener una respuesta genuina de parte de los seres humanos. Dios no cumplirá su deseo de salvar a todos los hombres a expensas de crear humanos robots que le adoren solamente por haber sido programados para hacerlo. Por lo tanto, se desprende de este versículo que el evangelio debe ser presentado a todos sin reservas. Cualquier idea de limitar el evangelio solo a los escogidos es absurda. La salvación está claramente asociada a venir al conocimiento de la verdad. Uno no puede ser salvo sin tener por lo menos un poco de comprensión acerca de quién es Jesús y qué ha hecho para salvarnos.

 

 

 

 

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